Chamineras sin fumo

Son las 5 de la tarde del 13 de noviembre. Estamos en Frula (Monegros) y acaba de terminar el último
encuentro formativo que hemos organizado este año desde MAR – Mujeres Artistas Rurales. Atrás queda un
fin de semana intenso, pero nos resistimos a despedirnos. Intercambiamos teléfonos y agradecemos el tiempo
compartido, esperando seguir tejiendo juntas una red que ya se extiende por todo Aragón.

La situación describe por sí sola lo que es MAR: una plataforma de creadoras rurales que tiene como
objetivo fortalecer y dar visibilidad al trabajo que éstas realizan, luchando así contra una triple
discriminación. Como mujeres, como artistas y como vecinas del medio rural, donde las dificultades de
acceso a la vivienda, la falta de infraestructuras, servicios y conectividad son a menudo un escollo para
desarrollar un proyecto profesional. A lo que ellas suman la ausencia de circuitos culturales estables y la falta
de ayudas y apoyos a la creación.

Artículo publicado por MAR en la edición papel de la revista Vivir

¿Qué nos compensa más como pueblo, tener un taller abierto o no tenerlo?

Unirse, colaborar y asociarse es la vía que estas mujeres han elegido para garantizar su permanencia en el
medio rural. Pero esto no les concierne sólo a ellas. ¿Quién quiere calles vacías y chamineras sin fumo?
¿Qué nos compensa más como pueblo, tener un taller abierto o no tenerlo? Porque cuando compramos a una
artesana rural no solo conseguimos el producto, también que su taller siga abierto y que otras gentes puedan
aprender oficio. ¿Qué nos compensa más, contratar a diseñadoras y fotógrafas locales o derivar el trabajo a
una agencia de la ciudad? ¿Mantener espacios abandonados o ceder su uso a artistas locales para que
programen actividades, activen la vida cultural, generen empleo y atraigan nuevos públicos y pobladores?
Con la vocación de impulsar este tipo de cambios nació la plataforma MAR. Casi dos años después ya son
más de 320 las integrantes; artistas de perfiles diversos que van haciendo suyo el proyecto. Porque es suyo,
pero también nuestro, así deberíamos de empezar a verlo.

La búsqueda de artistas sigue activa en Aragón, el balance es positivo: tres festivales, tres encuentros
formativos y un montón de mujeres con ganas y capacidad de cambiar las cosas. ¿Quieres proponernos algo?
Somos todo oídos.