Silvia Peña nació en Arafo, Tenerife,  y vive en Sabiñánigo desde 2018. Un pueblo de 9.200 habitantes perteneciente a la comarca del Alto Gállego. Sabiñánigo tiene el mayor núcleo poblacional de la zona, abundantes servicios y comercios, y un entorno natural precioso. La crisis y las ganas de explorar le llevaron al norte. Descubrió el pirineo y fue amor a primera vista. Algo mágico, dice.

Silvia es logopeda y para preparar sus dinámicas y actividades y hacerlas más creativas suele trabajar con el cuento y la escritura. Como logopeda aplica técnicas de voz para el desarrollo del canto y trabaja mucho la expresión no verbal, la comunicación más allá de las palabras, las comunicaciones alternativas: visuales como la Lengua de Signos, su principal pasión interdimensionada en el arte y como arte. 

Ella está al frente de Quícara Espacio Diverso, un centro especializado en Logopedia y Psicología, pero que dentro de su carácter Diverso, pretende acerca el espacio a profesionales, artistas y a la diversidad universal en sus amplio sentido. Propone un espacio para exponer, crear e implementar talleres por todo aquel que se precie y que incluya a la diversidad.

Le gusta escribir y cantar, adora el teatro y los cuentos. Son disciplinas que siempre le han acompañado, aunque a nivel laboral haya terminado transitando caminos menos apetentes. Asignaturas pendientes que no ha sacado a relucir más que en pequeños espacios, y que desearía seguir desarrollando y compartiendo.

Actualmente autodidacta en percusión y uso de sintetizadores para crear su propia música, a su manera y ritmo. 

Silvia no se siente condicionada como mujer y creadora del medio rural. Reconoce que en la ciudad podría ofrecer más actividades pero piensa que la cercanía de un pueblo otorga calidez y aprendizajes mucho más ricos.