Raquel Renieblas nació en Zaragoza y vive en Sieso de Jaca, en la comarca del Alto Gállego, desde 2006. Dejó atrás la ciudad porque necesitaba vivir al aire libre, en contacto diario con la naturaleza, tener huerta, y animales en condiciones saludables. Y en Sieso encontró eso y mucho más, pues se trata de un proyecto colectivo de rehabilitación del pueblo, abandonado en la década de los sesenta, y eso le aportaba alicientes extra a nivel creativo, social y político. 

Raquel es actriz y trabaja en una compañía de teatro clown: Kon Rasmia Rural Clown. También realiza visitas teatralizadas en la Cueva de las Guixas, en Villanúa; apoya como refuerzo a otros grupos de teatro en cabalgatas y eventos varios; e imparte cursos de clown para público infantil. Poder transmitir emociones y conseguir que las demás personas también las sientan, es lo que más le llena del teatro.

Estudió Veterinaria en Zaragoza. Compaginaba los estudios con las animaciones infantiles para ganar algo de dinero y cuando marchó al medio rural para ejercer como veterinaria siguió haciéndolo: cuentacuentos, animaciones y teatro feminista. Y fue así, de a poquito, como descubrió que sus prioridades habían cambiado y empezó a darle más importancia profesional a las artes escénicas, intentando que su ritmo de vida fuese menos estresante. Suele actuar en centros cívicos y en pueblos de Zaragoza y Huesca. Y compatibiliza la actuación con las artes plásticas. Hace atrezzos de teatro, decoración de carrozas, pintacaras, serigrafía textil, artesanía (ganchillo, macramé, papel maché) y bisutería en alpaca. Y, aunque ahora está más centrada en otro tipo de proyectos, también ha impartido talleres de maquillaje y creación de disfraces de carnaval. 

La tranquilidad, poder compaginar el arte con el trabajo en el campo, y la facilidad para encontrar espacios donde ensayar y crear espectáculos son, a su entender, los puntos fuertes de vivir en el pueblo. Por el contrario, la falta de contacto con otras personas del sector, la dependencia absoluta del coche para realizar cualquier actividad, la escasa población y por consiguiente, el escaso trabajo, son las principales limitaciones. También la falta de respaldo institucional.

A pesar de eso Raquel no se siente condicionada como mujer y creadora del medio rural. Dice que lo que le aporta su trabajo a nivel personal es incalculable, aunque le cueste conseguir actuaciones y vivir de ello.