Karla es artista escénica y está al frente de Poika Teatral, una compañía familiar que realiza espectáculos fusionando distintas disciplinas: el absurdo, el imaginario, lo sugerente, la sonrisa y la risa, la humildad del clown, los objetos, los títeres, la música, la expresión corporal, el happening, la poesía visual y todo aquello que les sirva como medio de expresión. 

Sus espectáculos, enfocados principalmente al público familiar, tratan de integrar y hacer partícipe a la gente que se acerca a verles. Algunos de ellos, como El viaje de Estel, T.P.F, Cucalola, Stop Plastiks o Ñam, son creaciones propias, pero también colaboran con otras compañías y artistas. Es el caso de Cáfila Medioambiental, uno de sus último​s​ proyectos. Un espectáculo multidisciplinar que han diseñado junto a la compañía valenciana Fil d'arena ​y ​con el que reflexionan sobre las consecuencias que tienen muchas de nuestras prácticas cotidianas en la salud del planeta. 

Además de los espectáculos, Karla imparte talleres de teatro, clown, entrenamiento de la risa y sesiones de zen yoga y conexión consciente. Trabajos que compagina con la crianza y con la elaboración de sales de hierbas. Por eso no sorprende que hable de falta de tiempo y de dificultades para conciliar​, ni​ que reconozca sentirse condicionada como mujer y creadora. Incluso sobrepasada a ratos, dice, por tener que absorber el rol de sostén, de madre, de creativa y de trabajadora en un mundo cuya energía y decisiones siguen siendo patriarcales.

Investiga todo aquello que le produce interés, lo que le gusta y le mueve. Es parte fundamental de su proceso creativo. Y después, apoyándose en el teatro, lo suelta todo, se vacía y lo comparte con el público. Cuenta que el teatro le proporcionó herramientas para perder la timidez y enfrentarse a otras carencias que sentía. Y tras esas primeras experiencias terapéuticas siguió formándose convencida de que las artes son semillas de salud para el mundo​ y sin perder de vista que el camino creativo tiene sus pros y sus contras y que las piedrecitas que van apareciendo son todas diferentes y, todas, aportan luz y experiencias valiosísimas.

Sabe por experiencia que el medio rural es perfecto para la creación, pero aconseja tener las cosas claras y saber con qué recursos e infraestructuras se cuenta. En Fuentes de Rubielos, por ejemplo, disponen de un espacio no muy grande que les sirve para experimentar y trabajar en sus creaciones. Le llaman La artesa, espacio creativo, y entre las múltiples actividades y proyectos que desarrollan allí ella se encarga del Laboratorio Teatral, un espacio de investigación creativa​. ​También está inmersa en la creación de una asociación de artes escénicas junto a otras artistas y compañías turolenses cuyo propósito es generar sinergias en la provincia, tener voz común ante las administraciones y proyectar con ellas líneas y propuestas de apoyo para el sector.