Natalia Inés Oliveros nació en Ciudad de México y vive en Artieda, en la comarca de La Jacetania, desde 2018. No le gustaba la ciudad y se asentó allí atraída por el entorno, por la ideología política del pueblo y porque abundaba la gente joven. En Artieda viven 50 personas.

Natalia compagina su trabajo en el albergue y en el camping de Artieda con el hula hoop, la música y las artesanías. Su nombre artístico es Natupa. Hace macramé. Empezó con pulseras y piezas muy sencillas y poco a poco fue perfeccionando la técnica y aumentando la dificultad de sus trabajos. Ahora trabaja con hilo y piedras. 

En la música se inició de pequeña. Daba clases de música y se especializó en bajo eléctrico. Ha formado parte de varias bandas y ahora además del bajo toca el ukelele. 

Su relación con el hula hoop fue bastante fortuita. Durante una fiesta vio a una chica bailando con el aro, le gustó y se apuntó a un taller que ofrecía. Tomó varios cursos más y después fue aprendiendo por su cuenta. Ahora es ella la que quiere impartirlos.

No se siente condicionada como mujer y creadora del medio rural. Dice que el ayuntamiento de Artieda apoya la realización de actividades culturales y que puede disponer de las instalaciones municipales, del polideportivo o del camping para practicar. Le gusta la tranquilidad que se respira en el pueblo, aunque reconoce que al ser un lugar tan pequeño  no es fácil encontrar gente con la que tocar, ni compradores para sus artesanías o público para sus talleres. Piensa que en la ciudad podría sostenerse mejor económicamente, viviendo de sus tres pasiones, pero no cambia la vida rural por nada.

Vende sus artesanías en el propio albergue de Artieda y a través de internet. Las redes sociales son su galería y también la herramienta para promocionar el resto de actividades que organiza.