Noelia Gómez nació en el Principado de Andorra. Tras casi 12 años viviendo de forma nómada, en 2021 llegó a la comarca del Matarraña y se enamoró, así que decidió quedarse allí, pues ya llevaba tiempo queriendo echar raíces en un lugar para poder dar continuidad a algunos de sus proyectos. 

En Cretas encontró una maravillosa finca en la que vivir. Este pueblo turolense de unos 550 habitantes la acogió con los brazos abiertos. De él dice que su casco histórico es precioso y que sus lugareños le hacen sentir en casa.

Estudió Educación Infantil y siempre se ha sentido atraída por las manualidades y los malabares. Cuenta que cuando está rodeada de peques no puede evitar meterse en el papel de clown. 

En 2012 aprendió macramé y en 2018 decidió hacer de ello su modo de vida, junto a los malabares de fuego, leds, zancos y el clown. Ocasionalmente, imparte talleres de malabares a niñas y niños como actividad extraescolar. Además, ofrece espectáculos de fuego y circo bajo el nombre Meraki Art Juggling, y trabaja en el ámbito de la animación sociocultural.

Lo compagina con la artesanía (su marca se llama DesNudos), vendiendo sus piezas a través de Instagram. También asiste a mercados medievales con sus pulseras, pendientes y collares, entre otros complementos, realizados en macramé. Dice sentirse arropada por los ayuntamientos que los organizan y que le han permitido formar parte de ellos.

Ambas actividades son su sustento económico. Siente mucho apoyo de las personas que la rodean y que le animan a seguir compartiendo su luz y su creatividad, y se considera afortunada de ser una mujer rural que cohabita, dice, en armonía con la naturaleza, y solo puede dar las gracias por ello.