Celia Hoyos nació en Madrid y vive en Sieso de Jaca, en la comarca del Alto Gállego, desde 2014. Madrid no le gustaba, así que hizo las maletas y marchó a Alemania. Ocho años después decidió regresar. El cuerpo le pedía sol y la cabeza, ruralidad, asentarse en un lugar más acorde con sus ideas e inquietudes. Disfruta trabajando en lo rural; dice que políticamente es mucho más atractivo y está en línea con la idea de llenar de vida la España vaciada. Lo suyo es sumergirse e impregnarse de lleno con la esencia del lugar, no llegar e imponer  patrones urbanos.

Celia es Mente Absurder, una artista multidisciplinar que comenzó pintando murales en Alemania y Madrid y diseñando camisetas. Ahora la mayor parte de su trabajo se centra en la pintura, el mural, el dibujo, la costura, el diseño y la estampación (serigrafía textil, linóleo y grabado). Forma parte de la compañía de teatro La Delirio; de  Las Guindillas, un proyecto musical integrado por mujeres rurales en el que toca la guitarra, el ukelele, el bajo y canta; y además es integrante de Distopia Audiovisual, colectivo que realiza cortometrajes, videos y talleres audiovisuales. También colabora con el fanzine Escatizar realizando la tira cómica Neo Ruralis.

Multidisciplinar y polifacética. Está a cargo del taller de serigrafía textil Katakraken, de Sieso, e imparte cursos muy variados bajo petición: pintura mural-graffiti, dibujo, estampación, creatividad, teatro-clown, cortos y video realización y restauración e intervención de muebles. Cuando trabaja en solitario lo hace desde casa o en el taller y cuando le encargan cursos se desplaza al municipio que toca.

Su profesión es creativa, le permite hacer lo que le gusta y trabajar con bastante libertad tanto en grupo como en solitario. Pero no todo es coser y cantar. La falta de espacios para realizar talleres, lo que cuesta conocer a profesionales del sector que trabajen por la zona, la dependencia del coche, las negociaciones para sacar adelante proyectos, la gestión y el cierre de presupuestos, la dificultad para cobrar a través de ayuntamientos y la falta de apoyo institucional son piedras habituales en el camino.

No se siente condicionada por el hecho de ser mujer y creadora en el medio rural. Utiliza las redes sociales para hacer contactos y como escaparate. Algunos de sus trabajos pueden verse y leerse en su blog, en instagram o en el Espacio Kaótika de Zaragoza.