Mary Tricas nació en Huesca, vivía en Peralta de Alcofea y, cuando se casó, se trasladó a San Lorenzo del Flumen. Un pueblo de 340 habitantes de la comarca de Los Monegros en el que reside desde 1970. La ermita, el Vía Crucis, el castillo cuadrado, el taller de cerámica de la Asociación Cultural Flumen Monegros y el de escultura, del artista Pedro Ania, son los principales reclamos de este municipio monegrino.

La vida de Mary Tricas ha estado ligada al campo y a los animales. Ha sido ganadera y agricultora; profesión que ha compaginado hasta la jubilación con la escritura y la cerámica. A la cerámica llegó casi por casualidad tras un viaje a Muel organizado por la Asociación de Amas de Casa de San Lorenzo del Flumen. Por aquel entonces estaban construyendo la ermita del pueblo y se les ocurrió, inspiradas por la cerámica de Muel, pedir a la comarca cursos de cerámica para aprender y poder hacer ellas mismas los retablos de la ermita. Y así fue.

Aquellas mujeres entre las que se encontraba Mary Tricas constituyeron la Asociación Cultural Flumen Monegros y montaron un taller en un espacio cedido por el ayuntamiento. Desde entonces, tanto la asociación como la exposición permanente de cerámica, han estado abiertas al público. En el taller de la asociación venden obra, trabajan por encargo y realizan talleres y demostraciones bajo demanda tanto para colegios y grupos como para particulares que están de paso por la zona. No tienen web y el correo electrónico lo utilizan poco, todo lo gestionan por teléfono y por el boca a boca. Colaboran con ayuntamientos, asociaciones y entidades desplazándose a dónde haga falta.

Mary Tricas también escribe. Lo ha hecho siempre. Relatos cortos y poesía. Ha publicado Agenda de Sobrevivir y Poemas de una Colona. Este último trabajo llegó casi como la cerámica, por casualidad. Al morir su marido, encontró sus viejos cuadernos de poesía. Los desempolvó, releyó y decidió publicar un libro y donar los beneficios a la Asociación de Vecinos de San Lorenzo del Flumen para ayudar a sufragar los gastos de la Casa Hogar; un proyecto de residencia y centro de día para mayores que están tratando de levantar en el pueblo. A día de hoy lleva más de 1000 ejemplares vendidos y su idea es retomar las presentaciones por pueblos y ferias cuando mejore la situación sanitaria por la Covid-19. También tiene entre manos otro libro de relatos cortos.

Mary Tricas no se siente condicionada por ser mujer y creadora en el medio rural. Ha logrado todas las metas que se ha propuesto en la vida, mejor o peor, pero todo lo que ha querido, lo ha hecho. Así que no cree que en una ciudad hubiese tenido más oportunidades de desarrollo profesional.

A la hora de emprender en el medio rural dice que lo importante es creerse el proyecto y poner en él toda la ilusión y el empeño porque quien la sigue, la consigue. El taller de cerámica es un buen ejemplo de ello. Las vecinas querían que San Lorenzo del Flumen tuviese algo propio, algo que perdurara en el tiempo y así ha sido. Solo le queda una cosa en el tintero: conseguir levantar la residencia de mayores para no tener que abandonar su pueblo.