Marina A. Lachén nació en Huesca y vive a caballo entre la capital oscense y Barbastro, un pueblo de la comarca Somontano de Barbastro que, a sus ojos, es relativamente pequeño y acogedor. Barbastro tiene 17.000 habitantes.

 

Marina compagina su trabajo de aparejadora con la pintura. Se inició en esta disciplina de pequeña, dando clases con José Antonio Lecina. Es su forma de expresión, su hobby, ya que no vive de ella.

 

Ha expuesto algunos de sus trabajos en el Palacio de Congresos de Barbastro, pero considera bastante complicado dedicarse a la pintura en exclusiva. O eres muy buena, dice, o tienes un golpe de suerte, o, quizás, ambas cosas.

 

No cree que le condicione el hecho de ser mujer y creadora en el medio rural, pues se siente respaldada por la gente del entorno y por las instituciones locales y piensa que el día a día en un lugar pequeño es más sencillo.