María Matas es de Almayate (Málaga) y desde 2019 reside en Sabiñánigo, un pueblo de la comarca del Alto Gállego en el que viven 9.200 personas.

Es artista, educadora y coordinadora pedagógica y artística. Además de escribir, coser y dibujar, diseña e imparte talleres de creación para colectivos de lo más diversos. Talleres en los que no solo se ponen en valor las ideas resultantes, sino los propios procesos participativos y los saberes de las y los participantes; funcionando como altavoz de sus intereses, inquietudes y necesidades. Talleres que buscan analizar críticamente el entorno utilizando la creación como herramienta para “mirar, re-conocer, caer en la cuenta y detonar pensamiento”.

Eso es sin lugar a dudas lo que más le llena. Los procesos de creación colectiva, las sinergias y conexiones que van surgiendo, los resultados gráficos que se obtienen y lo que se desvela con ellos. 

María estudió Bellas Artes y Artes Visuales y Educación en Granada. Ha trabajado como atrezzista, diseñadora editorial, y dinamizadora y mediadora cultural. Ha participado en exposiciones colectivas y obtenido diferentes premios. El último, en 2020, con el proyecto Solucionario, seleccionado en la convocatoria Resistències Artistiques del Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana.

Sí se siente condicionada como mujer y creadora del medio rural. Dice que, si cada una de esas etiquetas, por separado, son ya de por sí condicionantes (estigmas, aspiraciones propias y ajenas, intereses, oportunidades, etc.), juntas, se convierten en una montaña de hándicaps.

Le cuesta conseguir estabilidad económica y emplazamientos estables para desarrollar su actividad y echa en falta una red de apoyo y contactos para impulsar sus talleres. Es consciente de que en las ciudades puede haber mayores oportunidades, pero considera que el esfuerzo económico que hay que hacer para cubrir las necesidades básicas termina restando libertad.