Beatriz Gil nació en Sabiñánigo y vive en Sobás, en la comarca del Alto Gállego, desde 2020. Sobás es un pueblo muy bonito y bastante desconocido de la Ballibasa (Valle del Basa), al este de Sabiñánigo. Su familia desciende de allí. Tiene 8 habitantes.

Beatriz estudió Magisterio de Primaria, Pedagogía Artística y Terapéutica, y Euritmia, el arte del movimiento y la palabra. Ha trabajado como maestra Waldorf durante once años en iniciativas educativas en Zaragoza, Madrid y Albacete y tras ese periplo decidió volver al pirineo para emprender su propio proyecto: Mallata Educativa, una asociación sociocultural que apuesta por la trashumancia educativa y por generar experiencias de aprendizaje significativas a través de talleres, actividades y formación para todos los públicos. Ella imparte talleres mensuales de movimiento creativo, euritmia y lana cardada. Enseña a esculpir figuras de lana que encarnan personajes de la cultura popular pirenaica, cuadros de lana, etc.

Dice que lo bueno de su actividad es que abarca disciplinas bellas, novedosas y saludables, llevando lo tradicional a un plano contemporáneo muy interesante. Actualmente se encuentra preparando un espectáculo artístico llamado Di:Visible. Un proyecto lleno de  color, música y poesía. 

Beatriz compagina la crianza con la gestión y creación de proyectos en la Asociación Mallata Educativa y con los talleres mensuales que imparte. Cree que vivir en el medio rural le condiciona para bien, porque el entorno y la tranquilidad refuerzan su creatividad, aunque no es ajena a las limitaciones que hay detrás: la escasa población y el hecho de que la gente tenga que desplazarse obligatoriamente en coche para asistir a las distintas actividades y encuentros.

Quizás por ello haya decidido formar parte de Tararaina, un proyecto piloto que arrancó en 2021 y que busca mejorar la situación de las zonas rurales de Jacetania y Alto Gállego a través del apoyo a la economía y al emprendimiento social.