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Erika Tapioles nació en Zaragoza en 1997. En 2021, se mudó junto a su pareja a una casa en mitad del campo en Farlete, con vistas a Monte Oscuro y San Caprasio. De esta localidad de menos de 400 habitantes en la comarca de los Monegros, Erika destaca su maravilloso horizonte y poder perderse por los barrancos, descubriendo las formas y texturas que hace la tierra. La estepa monegrina, dice, es un lugar muy especial para quien sepa apreciar.
El arte ha estado presente en su vida desde que era pequeña y siempre le ha gustado dibujar y pintar, algo que ha necesitado hacer como forma de expresión y que le ha servido de puente para conocerse y liberarse, más allá de cuál fuera el resultado o la estética. Cursó el bachillerato artístico en la Escuela de Arte de Zaragoza y ha experimentado con toda disciplina artística que ha estado a su alcance, así como con diversos materiales. Apasionada del óleo o el graffiti, imparte talleres en colegios sobre dibujo, intervención urbana y muralismo.
Luna Esteparia es su nombre artístico. El entorno en el que vive le sirve como fuente de inspiración por sus formas y texturas. Realiza artesanía con minerales de yeso, un proyecto del que le ilusiona poder crear objetos que resulten útiles y sirvan como decoración a la vez.
Crea portavelas, soportes para incienso, cuencos y platos. Trabaja en encargos para la gente del pueblo, quienes han mostrado interés por sus piezas. Sentir el apoyo de los demás es algo que le entusiasma, aunque echa en falta un mayor respaldo institucional: nunca ha visto ayudas reales ni interés por facilitar el trabajo artístico o darle visibilidad.
Trabaja las piedras al aire libre, fuera de su casa, condicionada siempre por la meteorología. Una práctica imposible cuando azota el cierzo, ya que no dispone de un taller o espacio propio.
A lo largo de su vida, ha compaginado el arte con otros trabajos en algunos momentos, y otros ha vivido únicamente de su profesión. Esto último es lo que espera para el futuro, así como encontrar en su pueblo un espacio para desarrollar su proyecto creativo.



