María nació en Zaragoza una noche de invierno de 1990. Estudió Derecho y con 22 años se trasladó al pueblo en el que había pasado todos los veranos de su infancia: Daroca. Con más de 1.900 habitantes, es la capital de la comarca Campo de Daroca. 

Allí buscaba huir del ruido de la ciudad. Profesionalmente, emprendió creando un pequeño despacho en el que actualmente sigue trabajando como abogada. Le encanta pintar desde que era pequeña y siempre ha tenido una gran conexión con la naturaleza. Con los años, sintió la necesidad de volver a acercarse a ella y se mudó a una casita en medio del bosque. Así comenzó a pintar pirograbados con la madera que se iba encontrando por la zona.

Más tarde nació Hornbeam, su marca como artesana, como una liberación que le permitía expresar lo que con la abogacía no podía. Hornbeam es intuición, naturaleza, espiritualidad y empoderamiento femenino en el medio rural.