Sonia Buj es de Pitarque, de la comarca del Maestrazgo, y vive en Cantavieja desde 2006. El trabajo, las amistades y la vida social fueron las razones que le llevaron a instalarse allí. Cantavieja pertenece a la red de los pueblos más bonitos de España. Su plaza porticada es de película. Allí viven 750 personas.

Sonia compagina su trabajo de recepcionista de hotel con la artesanía (costura) y la pintura. Descubrió ambas disciplinas a través de los cursos que organiza la Asociación de Mujeres de Cantavieja y ahora desarrolla su propio proyecto personal bajo la marca Gaucha Artesanía. Dice que de momento lo hace de manera altruista y que le gustaría dedicarse a ello de manera más profesional, pero todavía no ha dado con el cauce legal oportuno. De momento recibe encargos de amigos y conocidos y se limita a cobrar por los materiales y no por la mano de obra.

Piensa que sería una excelente manera de ganarse la vida puesto que trabajar en lo que le apasiona para ella es todo un sueño. El principal inconveniente, dice, es que no se valora el trabajo artesanal, ni el tiempo que lleva hacer cada pieza. 

Ni se siente condicionada por el hecho de ser mujer y creadora en el medio rural, ni cree que en una ciudad le fuese a resultar más fácil desempeñar su actividad artesanal. Dice que a la hora de fabricar y confeccionar los diferentes productos da igual dónde vivas, que en la tranquilidad del medio rural se trabaja bien y que quizás el mayor problema sea el salvar las distancias que le separan de los municipios donde se organizan ferias y mercadillos; una limitación que se reduce con una buena conexión a internet. Ella misma se apoya en las redes (Facebook e Instagram) y en los grupos de WhatsApp para promocionar sus creaciones y recibir encargos. También vende a través de su web y de Artesanum, una plataforma (marketplace) de compra venta online de artesanía, materiales y productos relacionados con el crafts, el hand made y las manualidades.