Annemarie Estor nació y creció en un pequeño pueblo de los Países Bajos en el que sus tías horneaban su propio pan y sus tíos criaban abejas y palomas. Ahora vive en Maella, un municipio de más de 2.000 habitantes en la comarca del Bajo Aragón-Caspe (Zaragoza).

Estudió Filosofía del Arte en la Universidad de Maastricht y realizó un doctorado en la Universidad de Leiden con una disertación sobre la escritora británica Jeanette Winterson. Más tarde, se mudó a Amberes (Bélgica). Además de escritora y ensayista, es ilustradora y editora independiente. Forma parte del consejo de redacción de la revista sociocultural Streven desde 2010.

En ese mismo año publicó su primer poemario, Vuurdoorn me, con el que en 2011 recibió el premio literario belga de poesía Herman de Coninck a la mejor ópera prima. Un galardón que volvió a ganar en 2013 por la mejor colección de poemas. No son los únicos, ya que con sus obras, Annemarie ha estado nominada en varios certámenes. En 2018, ganó el premio Jan Campert con Niemandslandnacht. 

En total, ha publicado seis colecciones de poesía con editoriales de Amsterdam y Gante. Ninguna de ellas ha sido traducida todavía al español. Sus dos últimos poemarios tratan, en parte, sobre el paisaje aragonés. Cada septiembre celebra la cosecha de almendras en su pueblo, donde también tiene un huerto.

De una forma u otra, la pintura y la poesía están siempre presentes en su vida.