Sandra Noguera nació en Vic, Barcelona, y vive en Sabiñánigo desde 2009. Un pueblo industrial de 9.000 habitantes ubicado en la comarca del Alto Gállego. Conoció Sabiñánigo en uno de sus múltiples viajes. Ha viajado desde pequeña. Primero junto a sus padres y ya de mayor, por su cuenta, descubriendo todo tipo de lugares. 

Sandra es madre, trabaja en un comedor escolar y además, es artesana. Diseña collares en alpaca y bisutería con piedras y minerales. Desde pendientes y pulseras a collares, broches y llaveros.  También vende piedras minerales en bruto: amatistas para aguzar la intuición y alejar temores y angustias; citrino para la prosperidad; o cuarzo rosa, la piedra del amor y la confianza. 

Como no encontraba bisutería diferente, empezó a diseñar sus propias piezas bajo la marca Cositas Salamandra. Fue así como empezó. Dice que lo que más valora de su actividad es la creatividad que le genera cada diseño. Lo que más le cuesta: el tener que hacer frente a tasas e impuestos por poner puesto en la calle y el tiempo, que no le cunde tanto desde que es madre. 

Sandra no se siente condicionada como mujer y creadora del medio rural. La gente del entorno le apoya, pero no así por las instituciones. Acude a vender sus piezas a ferias artesanales, eventos de bolillos y otros encuentros a los que le invitan y no le ve ningún contra a desempeñar una actividad creativa en el entorno rural. Utiliza las redes sociales como escaparate (Facebook e Instagram) y esto le ha permitido ampliar su rango de acción a pueblos de alrededores.