Azahara Calvo nació y se crió en Uncastillo y después de muchos años fuera, ahora vive en Sádaba, un municipio de casi 1.300 habitantes de la comarca de las Cinco Villas (Zaragoza). Es artesana y tiene diez años de experiencia como tejedora.

Aunque estudió Restauración de Arte Mueble en Zaragoza, pronto descubrió que su pasión eran las artes textiles. A través de su proyecto, El puntico shop, divulga sobre el mundo de la lana y todo lo que le rodea. Imparte talleres de tejido consciente y medicina y de sanación del sagrado femenino, además de acompañar a mujeres en todos sus procesos a través de los conocimientos que le han transmitido mujeres indígenas. 

En los últimos años, ha estado tejiendo accesorios y prendas para bebés, todas ellas sostenibles y elaboradas con algodón orgánico. Sin embargo, ante la imposibilidad de poder vivir de ello por los elevados impuestos que deben pagar los artesanos en comparación con los comercios de compraventa, ha tomado la decisión de dejar de crear artesanía por encargo, ya que cada pieza cuesta mucho más de lo que finalmente ingresa.

A través de su web vende material sostenible para tejer procedente del medio rural, productos relacionados con el cuidado de las prendas y el hogar, así como cosmética natural, accesorios y patrones de crochet.

En su cuenta de Instagram también comparte algunos datos y consejos para reflexionar sobre cómo llevar un consumo más responsable y sostenible, además de una vida más consciente y conectada con una misma.

Enamorada del medio rural y la calidad de vida que le aporta, no imagina estar en otro lugar que no sea rodeada de naturaleza. Azahara está deseando crear red con más mujeres tejedoras y artesanas.