Lucía Cerviño Sánchez nació en Santiago de Compostela, aunque ahora vive y produce su trabajo en Usana, una de las nueve aldeas de Banastón, en la comarca del Sobrarbe.  Allí viven unas 30 personas. 

Proviene de una familia de músicos y estudió piano (en la especialidad de Interpretación) en el CSMA, el Conservatorio Superior de Música de Aragón. Compone piezas vocales e instrumentales desde muy joven. En 2016, la Escolanía de la Catedral de Santiago estrenó dos de sus composiciones: Nana de la Luna y As Penas de Rodas. Es integrante de Nirvelli, un grupo vocal a capella que interpreta un repertorio de piezas de todo el mundo en diferentes idiomas y realiza actuaciones para eventos privados y espacios públicos.

Lucía trabaja como profesora de piano en la Escuela de Música y Danza de Aínsa, municipio situado a unos 30 minutos a pie de Usana. Aunque vive principalmente de la enseñanza, la artesanía le brinda un apoyo económico: pinta camisetas a mano con diseños originales y exclusivos. Vende, sobre todo, mediante contactos directos y, esporádicamente, a través de Instagram. Su producción es pequeña por ahora. Sin embargo, su intención es que el taller vaya creciendo poco a poco. Por el momento, la composición no es un medio de vida para ella.

Lucía valora el respaldo recibido siempre por su familia y su entorno, quienes le animan a hacer crecer su labor como artesana y como compositora.