María Martínez nació en Valladolid, pero se mudó a la provincia de Huesca en 2010: primero vivió en Ansó y actualmente reside en Santa Cilia de Jaca, un municipio de menos de 300 habitantes en la comarca de la Jacetania. 

Antes, pasó 10 años en Barcelona, tras finalizar sus estudios en Educación Social. Fue allí donde comenzó a pintar con acrílico sobre lienzo. Con sus cuadros, buscaba poner orden, fuerza, vitalidad y armonía en su mente, agotada, dice, por el esfuerzo emocional que requiere su profesión. Así, realizaba mosaicos de colores que transmitían esa serenidad que ella buscaba y que más tarde comenzó a vender en una tienda de decoración. 

Tras llegar a Ansó, se dedicó a la pintura de la teja plana ansotana de manera exclusiva durante dos años. Realizó exposiciones en hoteles, bares y centros culturales de la zona. También llevó sus obras a la bodega EMINA de Valbuena de Duero, en Castilla y León, donde le surgió la posibilidad de participar en una exposición conjunta con una barrica de vino pintada, que posteriormente fue expuesta en el vallisoletano Castillo de Peñafiel. 

En mayo de 2022 participó en la muestra colectiva de las jornadas Arte Sonado, organizadas por el Ayuntamiento de Berdún y el grupo La Chaminera para conmemorar el 50 aniversario de la Escuela Internacional de Pintura Painting School in Berdún. 

Al nacer su hija, dejó a un lado su carrera artística por un tiempo, pero ha vuelto ahora con más fuerza y madurez, teniendo claros sus objetivos vitales y laborales. Utiliza las redes sociales, Facebook e Instagram, para dar a conocer su trabajo.