Clarisa Hunziker nació en San Luis, Argentina y vive en Jaca, en la comarca de La Jacetania, desde 2018. Vino a España en busca de posibilidades y una vida mejor y se quedó en Jaca porque le enamoraron sus paisajes. Jaca tiene 13.000 habitantes.

Clarisa se dedica al Pole Dance, una disciplina que fusiona danza, yoga y flexibilidad sobre una barra de 45 mm de diámetro que puede o no girar, y sobre la que se realizan figuras con el cuerpo y acrobacias. Su nombre artístico es Amaltea. Es instructora de nivel inicial, imparte clases semanales y compagina el Pole Dance con la hostelería.

Se inició en este arte en Argentina. Buscaba una disciplina que aglutinase todas las actividades que le gustaban (trapecio, lira, yoga y danza) y así fue cómo dio con ella. Su profesora de entonces vio su potencial y le animó a competir. Llegó a ganar el primer puesto en categoría amateur, y recibió el Premio a la Mejor Coreografía en el Azul Fest 2018, un campeonato que se realiza en Latinoamérica y que reúne a competidoras/es de cinco países distintos. Fue esa experiencia la que terminó por convencerle de dedicarse a ello por entero. 

Dice que el Pole Dance es una actividad que te permite conocer tu cuerpo, tu cabeza y empujar los límites siempre un poco más; que ayuda a la autoestima y te hace estar en contacto contigo misma. Una actividad exigente y dura, pero que vale la pena. 

Clarisa se siente un tanto condicionada como mujer y creadora del medio rural. La parte positiva es que no hay nadie más en Jaca que desarrolle su actividad, pero para seguir formándose profesionalmente le cuesta más acceder a capacitaciones desde el pueblo. Además, a la hora de impartir clases, los prejuicios y el desconocimiento, pueden desalentar a la gente en un primer momento.