PROYECTO ARTÍSTICO EN FORMATO INSTALACIÓN COMO HERRAMIENTA PARA COMPRENDER Y CONOCER LA CULTURA E IDENTIDAD DE UN TERRITORIO

IDEA
La idea es contar a través del arte cómo se relacionan las personas del territorio a partir de una identidad cultural común. A través de instalaciones artísticas, utilizando el encuentro comunitario y la cerámica como elemento central, se pretende conocer la cultura de un territorio, analizar las relaciones de género que se establecen y su dinamismo evolutivo.

En este proyecto desarrollado ex profeso para el sexto MAR Festival, celebrado en Lituénigo, convergen seis instalaciones que giran en torno al concepto de identidad: identidad personal, identidad colectiva, identidad cultural e identidad de género.

DESARROLLO
Para este proyecto se ha elegido el formato instalación en el espacio público para propiciar un mayor acercamiento del pueblo a la obra. Además los espacios públicos hablan de nuestra identidad, de como nos concebimos, nos conciben, representamos; de rituales y confrontaciones; de creencias y prácticas que permiten crear sentido de comunidad, a la vez que configuran el entorno.

El elemento clave es la cerámica en un diálogo con elementos reales, diversos recursos lingüísticos, plásticos y el relato de los espacios públicos locales.

La idea es contar a través del arte como se relacionan las personas del territorio a partir de una identidad cultural común.

Echar culos. Ecos de oficio y tradición que relatan estas sillas de cerámica, rememorando un quehacer casi perdido.

Sillas que habitan nuestro imaginario y traen a la memoria los lugares de la infancia y del pasado.

Cerámica y cuerda de rafia
Malia Cerámica y María José Massague

“Botijo en mano, agua de Moncayo; junto a la fuente canta el cántaro al agua clara, y el valle susurra: ¡festejar al alba con cada trago!”

Interpretación de un botijo y un cántaro, también llamado rallo, típico de la alfarería tradicional del territorio.

Cerámica e ilustraciones con óxido de hierro
Malia Cerámica.

Botijos y cántaros que celebran la convivencia entre el paisaje, la memoria y el ritual cotidiano del beber.

Invita a las nuevas generaciones a conocer los elementos típicos, las costumbres y las tradiciones del lugar.

Cerámica y rotuladores acrílicos.
Malia Cerámica y niñas y niños de Lituénigo

Se dice que niños y niñas de Lituénigo descubrieron hace un tiempo un antiguo cofre lleno de relatos de sus antepasados.

Al compartir su hallazgo con la comunidad, aprendieron que el verdadero tesoro no son las riquezas materiales, sino las historias que unen a estas personas.

Cada primavera cuentan de nuevo las historias y relatos, recordando que lo más valioso es aquello que une a la comunidad.

Cerámica
Malia Cerámica y Lituénigo

Pequeñas imágenes que cuentan tradiciones y costumbres que definen la esencia de Lituénigo.

Cada imagen celebra el legado cultural y las prácticas que han unido a la comunidad a lo largo de los años.

Las festividades, los oficios, los lugares, reflejan la identidad de un pueblo que valora su historia y su conexión con la tierra.

Cerámica y elementos reales.
Malia Cerámica

Tres lugares para el encuentro se atesoran en la memoria colectiva: el hogar, alrededor de una chimenea; a la fresca en el muro, o las escalerillas donde los jóvenes festejan.

Tres espacios donde cada encuentro enriquece el tejido social y cultural de Lituénigo.

Cerámica, bordado textil y rotuladores.
Malia Cerámica y María José Massague